El Montseny encierra numerosos secretos; muchos están por descubrir, otros han visto la luz gracias al esfuerzo de quienes se empeñaron en buscar respuestas y explicaciones a multitud de interrogantes; de hecho, es uno de los lugares más estudiados de Catalunya.
La implicación de entidades públicas y privadas, geógrafos, historiadores, biólogos, poetas, escritores, estudiantes, excursionistas, naturalistas, investigadores, físicos y científicos junto con los propios habitantes de la región, han contribuido directamente a la creación de la nada despreciable cifra de más de 1.500 títulos publicados sobre el Montseny. Este censo, obra de M. Boada y C. Rosell data del año 1.990, por lo que si sumamos las aportaciones de estas dos últimas décadas es posible que la bibliografía sobre el Montseny se acerque a un record Guiness.
INTRODUCCIÓN
También conocida como La Creu, el Matagalls ostenta la medalla de bronce de altitudes cimeras en una carrera por alcanzar el cielo que empezó hace millones de años en el macizo del Montseny, situado en la sierra prelitoral catalana.
El podium.
El itinerario que hoy os presento no es ninguna novedad en el contexto excursionista. Quizás sea la ruta más emblemática y cargada de simbolismo del Montseny: la ascensión al Matagalls por el GR-5.2.
La ruta no presenta grandes dificultades y está balizada. Es ideal para una mañanera, aunque ya puestos a salir, bien merece la pena pasar el dia completo moviendo las piernas por sus cordales, crestas, cimas y barrancos en una circular que nos permitirá descubrir rincones encantadores.
Pero por cuestiones de tiempo y espacio, en esta entrada sólo comentaré el tramo desde Collformic al Matagalls, excursión que no debería faltar en el curriculum de los amantes de las montañas.
En próximas entradas comentaré el resto del itinerario.
APROXIMACION
Punto de inicio: Coll Formic, situado en el punto kilométrico 26,5 de la carretera BV-5301 que comunica las poblaciones de Sant Celoni y Seva, provincia de Barcelona.
Click en la imagen para acceder al mapa de carretera.
ITINERARIO
Dejamos el vehículo estacionado en el aparcamiento de Collformic y nos dirijimos a la pista de entrada al restaurant, que está a unos metros siguiendo la carretera en dirección Sant Celoni. Con el restaurant a nuestra espalda y justo enfrente, al otro lado de la carretera, veremos dos plafones de información del Parc, un poste del GR-5.2 y unos peldaños de piedra. Aquí empieza la caminata.
En unos minutos se llega a la Creu Carlina, monumento que recuerda al centenar de víctimas que causó uno de los episodios más dramáticos y sangrientos ocurrido durante la Tercera Guerra Carlista (1872–1876).
Esta placa tiene mucha historia
En el año 1.857 nació en Vic (Girona) el escritor Lluís Bertran Nadal i Canudas. Fue director de La Gazeta Vigatana, semanario que se publicaba en su ciudad natal y que luego pasó a ser La Gazeta Montanyesa. Pues bien, en la edición de esta última fechada el 24 de Julio de 1.912, Lluis escribió (traduzco) "Si algún monumento commemorativo de un hecho horroso se ha de alzar piadosamente en nuestra tierra, es sin duda una cruz en aquél collado de la falda del Montseny que fue testimonio de una de las escenas más bárbaras de la última guerra civil. Allí, los dias 10 y 11 de Enero de 1.874 fueron vilmente sacrificados por una pandilla de gente que militaba en el partido carlista, un gran número de ciudadanos indefensos, compatriotas nuestros, parientes nuestros que huían de Vic por temor a venganzas y represalias..."
El caso es que Lluis Bertrán, 38 años después de los hechos, comenzó una campaña que hoy llamaríamos de memoria histórica con el propósito de rendir homenaje a estas víctimas, cosa que consiguió el 9 de Abril de 1.913 cuando el Pleno del Ayuntamiento dió luz verde a la instalación de esta cruz.
Un poco más adelante encontraremos una pista de tierra. Por la derecha nos lleva a la masía de Sant Andreu de la Castanya, pero el paso está cortado por una valla metálica. Por la izquierda enlaza con la carretera de Collformic y con una pista que rodea el collado hasta desembocar en nuestro camino unos centenares de metros más arriba .
Hay que seguir de frente para adentrarnos en un típico bosque mediterráneo donde el roble es el protagonista y la encina el actor secundario.
Enseguida se gana altura y perspectiva. Si miramos atrás veremos el restaurant de Collformic, y un poco más a la derecha, haciendo un gran esfuerzo, se ve el capó de mi coche en el aparcamiento.
El restaurant está rodeado de dos pistas. Por la derecha se llega a La Calma, y por la izquierda a La Castanya. Otro dia tocará andar por esos parajes.
En un par de minutos se entra de lleno en la Carena dels Roures (cresta de los robles). El camino es una verdadera costra de piedra que hace de límite natural al bosque que vemos por la derecha, compuesto principalmente de robles (de aquí el nombre de la cresta). Son los Roures de Sant Andreu.
A vista de pájaro se ve mejor.
Nos despedimos del robledal diciendo adiós a los árboles porque a partir de aquí no encontraremos ni uno más en el camino hasta el Matagalls.
Subiendo por una alfombra de piedra.
Miro a mi izquierda (NO) para contemplar la Plana de Vic y el municipio de Tona.
El GR está decorado con una vena de esquistos de rocas metamórficas flanqueadas por matorrales de enebros.
Una familia vacuna desciende hacia Sant Andreu de la Castanya después de almorzar en la sierra; por ahí cruza el último miembro que cubre la retaguardia de su retoño.
Mirando hacia la derecha (SE), está la finca de Sant Andreu de la Castanya.
Destaca la monumental encina que hay junto al campo de cultivo.
Cruce. Antes de rodear la base del Turó d'en Bessa sale una pista hacia la izquierda que va a Sant Segimon. La torre eléctrica servirá como referencia en la distancia porque es visible desde muchas cotas. El poste junto a los escalones nos guía a nuestro destino.
Seguimos ascendiendo y un centenar de metros más adelante se encuentra El Pla de la Barraca con un majestuoso telón de fondo. Es el momento de empezar a disfrutar de la belleza del paisaje.
El camino sigue por el collado hasta perderse por el lateral de la cima de la impresionante mole que tenemos ahí enfrente: el Turó Gros de Santandreu.
Si nos fijamos bien veremos la cicatriz en diagonal del GR-5.2 atravesando su espalda.
Descendiendo unos metros y mirando hacia atrás aparece el modesto cerro del Turó del Pla de la Barraca (1.383 mts), desde donde se obtiene otro ángulo de visión. Voy a subir por una vereda casi ausente tratando de no erosionar la cubierta.
Cimita.
Lo que veo desde esta humilde cima.
Tomando como referencia la imagen, si descendiéramos en dirección NW (izqda) partiendo del pozo de nieve llegaríamos a la Baga de la Fagetona, al Torrent dels Rentadors y a numerosas fuentes como la Font de la Gavarresa, Font de la Sardana, Font dels Manllleuencs, Font de Mossèn Cinto y Font dels Garriguencs. Por falta de fuentes no será.
Continuamos por el GR dejando a la izquierda el pozo de nieve (poua de neu).
Estas excavaciones se construian en las zonas más umbrías de la alta montaña y servían para almacenar la nieve caida durante el invierno. Cuando el recinto se llenaba lo cubrian con paja, hojas o ramas para mantener la nieve durante los meses más calurosos. No hay que confundirlos con los pozos de hielo (pous de glaç), que éran de distinta construcción y se usaban para formar y almacenar bloques de hielo.
Durante más de 400 años, hasta la llegada del refrigerador, el comercio de la nieve constituyó un importante recurso natural para la economía de montaña junto con la explotación forestal; de hecho, no sólo abastecía a las grandes ciudades catalanas, sino que además llegó a exportarse a Italia a través de Collioure.
Los pozos de nieve que se encuentraban en la zona de Cent Sous (al oeste del Matagalls) ya estaban documentados en el año 1.606
En el 1.765 existian en el Montseny un total de 15 pozos, de los cuales, 7 éran los más productivos y pertenecian a D. Antón Fluviál.
Para entender las condiciones que exígia el trasiego de la nieve, en las que a menudo participaban hasta 30 personas, sólo hay que imaginarse a las mulas cargadas descendiendo la pedrera por la que he venido con los serones a rebosar de oro blanco.
Desconozco la historia de la formación de este pozo, que más bien parece el cráter producido por el impacto de un meteorito chiquitín. Se ve desde el cielo, y no es de extrañar porque tiene unos 17 mts de diámetro. Una línea de desnivel acaricia la mitad de su perímetro y un arroyo suspira a su lado.
En la vertiente oeste tenemos el Turó d'en Bessa coronado por la caseta de lo que fue un repetidor de TV; por su costado se asoma la torre eléctrica por la que pasé antes.
En el valle de la izquierda está Sant Andreu de la Castanya y por la derecha el camino de donde vengo.
Aquí se inicia el ascenso al Turó Gros de Santandreu por una gran pala que me llevará hasta su cima. El camino gana altura en cada metro por una piel de roca.
Un cartel avisa que los perretes deben ir atados, por eso he preferido dejar el mio en casa antes que llevarlo amarrado privandole de la libertad de correr por estos maravillosos prados y hacer la cabra por sus laderas.
Esta medida tan restrictiva fue tomada como consecuencia de los numerosos altercados entre los canes de la multitud de gente que visita este lugar y los rebaños que aquí tienen su zona de pasto y descanso.
Machacando rodillas por el lomo del Turó Gros.
Antes de llegar a su cima aprovecho una parada hidratante en postura contemplativa hacia lo que he dejado atrás.
Voy a poner nombre a lo que veo desde aquí.
Cima del Turó Gros de Santandreu (1.541 m). Para llegar aquí hay que desviarse unos metros hacia el Este del GR .
La Plana de Vic de nuevo a mi espalda.
Las vistas son fenomenales.
Exprimiendo el zoom hacia el N.O. para acercar los Pirineos, que parecen flotar en el aire.
Al SO. el Tagamanent, otra emblemática montaña del Montseny. Por detrás de las nubes se enconden Els Cingles de Bertí, las montañas de Sant Llorenç del Munt y las formidables agujas de Montserrat.
Ahí delante, a un tiro de piedra, sobresale el Turó de Morera, al que se llega cómodamente por la suave pendiente del Collet de l'Estanyol a través de la evidente pista del GR que lo bordea. A mitad del collado bajaré en diagonal por la ladera en busca de tres fuentes. Por el horizonte se difumina la cruz que corona la cima del Matagalls.
El escritor de Taradell, Antoni Pladevall i Font, recogió cuatro versiones del origen del nombre Matagalls. Desde las raices celtas al descomponer el topónimo en MA (grandiosidad) TA (cerro alto) GALL (piedras) hasta la actual expresión en portugués de la voz "matagalls" que significa "lugar de matorrales", sin descartar un origen más popular basado en la cacería de un ave que podría haber ocupado estas cimas en ápocas remotas, el urogallo. El nombre Matagalls ya se conocía en el año 150o.
Por ahí giraré, por una vereda casi imperceptible de lejos ...
... pero bien definida cuando la encuentras.
Desde los cielos se aprecia mejor el giro.
Pegotes de nata que borra el camino ....
... pero no me impiden llegar a este lugar tan precioso y solitario en lo más profundo de la vaguada del Sot de la Faguetona, justo enfrente de la Font dels Bisbes.
La Font dels Bisbes está dedicada a los obispos que participaban en los Aplecs. Fue construida en el año 1.983
El agua de esta fuente sigue su curso hacia el Sot de la Fagetona por el Torrent dels Rentadors. (Sot=hondonada)
Estoy en el Sot de les Salleres. Mirando hacia adelante se perciben dos fuentes más. Allí voy.
Dejo atrás la Font dels Bisbes y continuo ascendiendo por el camino que transcurre junto al cauce del torrente hasta llegar a la bella y encantadora Font de la Rosa.
La Font de la Rosa fue construida en el año 1.980 y está dedicada a Mosén Joan Colom i Grau, gran amante de las montañas, poeta, profesor de retórica y de Historia de la Literatura y rector de la población de Tona durante casi 30 años, desde el 1.955 al 1.983.
Un chorrillo de agua fresquita mana del corazón de una rosa.
Original y bien trabajada.
Placas con dedicatorias.
Unos metros más arriba está la Font Freda, preciosa y espectacular.
La Font Freda también recibía el nombre de la Font del Collet dels Llops. Fue construida 10 antes que su fuente vecina, en el 1.970; está dedica a Jaume Balmes, el Doctor Humanus, considerado el filósofo más importante de la España del siglo XIX e impulsor de la filosofía escocesa del common sense (sentido común).
La Font Freda es la madre del Torrent dels Rentadors que tanto he venido mencionando.
Dedicatorias.
Viendo la belleza, originalidad y su buen estado de conservación podemos hacernos una idea de la importancia que tienen las fuentes del Montseny para los habitantes de las poblaciones circundantes y los Aplecs.
(Un Aplec es un encuentro de caracter festivo (romería) que reune a personas a propósito de un tema de interés común. Hay encuentros sardanistas, religiosos, senderistas, naturistas, de trabajo, de aficionados, etc. Ejemplos: Aplec Excursionista dels Països Catalans, Aplec de Matagalls, Aplec de Sant Segimon, Aplec de Sant Llop ...)
Otra placa.
Después de una refrescante pausa enfilo por el camino que habitualmente es utilizado para llegar a estas fuentes, es un desvío del GR que sale de la base del Turó de la Morera (1.577 m), situado a la derecha.
Por la izquierda se perfila el Coll dels Llops (Collado de los Lobos).
De nuevo en marcha por el GR que ahora asciende con decisión. Hay tramos tremendamente erosionados antes de alcanzar la cima.
No puedo dejar de mirás atrás. Ahí abajo descansa el Collet de Llops con su prado harbáceo. Detrás el Turó de la Morera, el Collet de l'Estanyol y el Turó Gros. Practicamente todo el recorrido hasta el Matagalls se realiza por este cordal huérfano de alta vegetación.
El nombre de 'Collet dels Llops' es uno más del extenso listado de topónimos catalanes que hacen referencia al lobo, pero la vida de este animal éra incompatible con la vida humana y sus interes a pesar de las dedicaciones topográficas.
Con la proliferación de las armas de fuego y la cada vez mayor presencia del hombre y sus cacerías incontroladas, la principal fuente de alimento de los lobos mermó considerablemente (conejos, ciervos, jabalís ...). Los lobos y otros depredadores se vieron entonces obligados a atacar con más frecuencia a los rebaños de cabras y ovejas, cada vez más bunerosas, lo que provocó el odio y rechazo social hacia este animal; durante 300 años fueron perseguidos a muerte.
En el siglo XVIII éran cazados mediante las llobateres, trampas que consistían en pozos de unos 3 metros de profundidad que se tapaba con ramas y se adornaba con un cebo. Los lobos que allí caian se mataban a pedradas o a golpes de lanza. En el siglo XIX se extendió el uso de la nuez vómica, semilla de un árbol originario de Asia que contiene alcaloides letales como la estricnina. Paralelamente a los fines terapéuticos, esta sustancia se desarrolló y usó como mortífero y cruel veneno para acabar cómodamente con los lobos, y por extensión, con casi todo bicho viviente excepto el hombre.
La exterminación de este animal (me refiero al lobo) concluyó en la primera década del siglo XX. El lobo desapareció para siempre de las montañas del Montseny, y como afirma Martí Boada , significó el control definitivo del hombre sobre el paisaje, que pasó de ser salvaje a silvestre.
Ahí delante está la redondeada cima del Matagalls. Nos separa esta pedrera y cuatro zancadas.
Parece que hay mucha gente allí arriba.
Ya dije al principio que el Montseny guarda muchos secretos y tiene mucha Historia, os voy a contar otra muy interesante porque es el origen de la afición al esquí y a otros deportes de nieve en Catalunya, y el Matagalls tiene mucho que ver en ello.
En Agosto del 1908, un grupo de jóvenes entusiastas enamorados de las montañas y aficionados al deporte crearon una sección especial dentro del Centre Excursionista de Catalunya; la llamaron SEM (Secció d'Esports de Montanya). Cuatro meses después de su creación y aprovechando las fiestas de Navidad, sus componentes inauguraron la primera actividad realizando una excursión a los Rasos de Peguera, cerca de la población de Berga en la comarca del Alt Berguedà.
Aquella salida la aprovecharon para ejercitarse en el manejo de los skies, raquetas, trineos (luges) y demás material deportivo. Los siguientes meses de invierno fueron trepidantes con excursiones a La Molina, Camprodón, Cerdanya, etc. etc.
Emocionados al comprobar que su proyecto y sus sueños se hicieron realidad viendo los avances en el manejo del material deportivo de nieve y lo mucho que llegaron a disfrutar, a los tres meses de su primera salida, en Marzo de 1909, decidieron organizar por primera vez una carrera de trineos que llamaron "Concurs Catalá de Luges", ¿imaginais dónde se celebró?, pues aquí, en el Matagalls. Y esta es la foto de los participantes.
Fuente: : Revista Sports d'hivern, centre excursioniste de catalunya, Diciembre 1912
Fuente: : Revista Prèsencia nº 1919
Un hito bien majo con las marcas del GR antes de llegar a mi destino.
La Creu de Catalunya, levantada por el Padre Claret en el año 1.840, aunque su existencia data del 1.614.
La cima del Matagalls y parte de esta montaña éran de propiedad privada hasta hace un par de años. En Julio del 2.008, la Diputación de Girona la compró por 687.009 € incluyendo en el lote 361 hectáreas de monte. El objetivo de esta operación éra mejorar la gestión y la protección de todo este espacio que se encontraba sometido a una contínua degradación por un uso intensivo, tanto por el aprovechamiento forestal como por la actividad humana y ganadera.
Cumbre del Matagalls, y foto para la posteridad.
Este macizo está unido y relacionado con el nombre de numerosos personajes históricos que de algún modo han tenido mucho que ver con él. La gran mayoría de estos nombres gozan de fama universal o son popularmente muy conocidos. Otros nombres han llegado más discretamente a la sociedad actual, y seguramente muchos han caido en el olvido, o son recordados en círculos reducidos.
En el caso concreto de la cima del Matagalls me gustaría subrayar el nombre de un científico que en el siglo XVIII la convirtió en un punto geográfico de vital importancia en un hecho tan transcendental que acabaría cambiando la sociedad en cuanto a la percepción que el ser humano tenía de la medida de las cosas: el nacimiento del METRO (el de medir, no el que va bajo tierra).
El personaje: Pierre François André Méchain.
Fuente: : Stoyan R. et al. Atlas of the Messier Objects: Highlights of the Deep Sky. — Cambridge: Cambridge University Press, 2008. — P. 23; Autor: Hurle
Antes de que existiera el sistema métrico decimal, las personas utilizaban algunos miembros de su propio cuerpo para "medir" las cosas, y en función de las características de esas cosas usaban una u otra parte de la anatomía; por ejemplo, el paso o el pié para medir el terreno, el codo para las telas, el dedo gordo para los objetos de más valor, la palma de la mano, los brazos, etc. Pero cada persona tenía unas dimensiones diferente a la de sus semejantes, y cada región o pais tenían sus propias reglas, lo que motivaba abusos y especulaciones constantes además de la dificultad que entrañaba para los comerciantes.
Pero en Septiembre del año 1.792 quedó fijado en Francia la unidad que serviría como la medida de todas las cosas: el metro.
La historia del metro contiene tintes dramáticos y románticos en una época donde las guerras, la revolución social e industrial, la fragilidad política e incluso el guillotinamiento de Luis XVI no impidieron que varios puntos geográficos de Catalunya pasaran a formar parte de la historia por su participación directa en el establecimiento del sistema métrico decimal.
El asunto de 'inventar' una medida estándar llevaba siglos cociendose hasta que en el año 1.79o, un obispo llamado Carlos M. de Talleyrand propuso a la Asamblea Nacional de Francia la creación de un patrón de medida basado en la Naturaleza y que fuese de uso universal. Se le llamaría "metro", y este debería ser la diezmillonésima parte del cuadrante de meridiano terrestre que pasa por Paris. Para ello se midió la longitud de una parte del meridiano de París (desde Dunkerque hasta Barcelona). Los científicos elegidos fueron Joseph Delambre (marchó a Dunkerque) y Pierre Méchain, que hizo los cálculos y triangulaciones geodésica en la zona catalana; y he aquí que la cima del Matagalls, además de otras, sirvió para tal fin.
Por cierto, hubo un Catedrático de Náutica, matemático, astrónomo y monje trinitario barcelonés que le echó una mano a Méchain en su trabajo: el padre Agustí Canelles.
Anotaciones oficiales de los cálculos que realizó Méchain. Fuente: méchain et delambre: Base du Système Mètrique Décimal, ou Mesure de l'Arc du Méridien compris entre les Parallèles de Dunkerque et Barcelone, executée en 1792 et années suivantes. Paris: Baudouin, Imprimeur de l'Institut National, 1806
En La Creu hay varias placas, esta es en recuerdo al Padre Claret.
Esta otra como homenaje a Mossèn Cinto Verdaguer, con uno de sus textos literarios. ¡Que decir del gran poeta Mossén Cinto! y de sus grandes obras.
La más reciente es obra del Club Excursionista de Gràcia, entidad de Barcelona que la dedica a Mossèn Jaume Oliveras i Brossa, un sacerdote excursionista, pirineista y escalador que en el año 1.904 machacó su pies (junto con los de un amigo) en una travesía de casi 90 kms en menos de 24 horas uniendo las montañas del Montseny con Montserrat.
Aquí van unas lineas sobre esta placa.... El dia 5 de Septiembre del 2.006, el Sr. Carles Albesa, fundador de la travesía Matagalls-Montserrat que organiza el Club Excursionista de Gràcia de Barcelona, pronunció unas palabras en el Parlament de Catalunya con motivo de la presentación de la vigésimo-séptima edición de esta travesía. Traduzo una parte de su intervención:
"Jaume Oliveras nació en La Garriga en 1877. Cuando hizo la travesía Matagalls - Montserrat tenía veintisiete años y hacía uno que había sido ordenado sacerdote. En 1918 se trasladó a la selva venezolana para trabajar en las misiones capuchinas de la Guayana. Regresó a Catalunya en el año 1925.
Mosén Jaume Oliveras era una de las figuras más representativas del mundo excursionista, sobre todo como pirineista y pionero de la escalada, con un amplio historial, ya que en el año 1.906 registra la primera ascensión al Aneto por el collado de Coronas y la arista noroeste, descendiendo por la cresta de Llosas. Junto con su amigo Antoni Arenas abrió de este modo la llamada Vía de los Descalzos (subieron a la cima con alpargatas y sin mojarse los pies al evitar el glaciar). En 1910 escaló el Encantado Gran por la canal norte-oeste y al año siguiente, el Petit por la cresta noreste.
Éra notable su popularidad en el ámbito excursionista, pero también era muy conocido por la sociedad catalana de la época a raíz de un trágico accidente de montaña, el primero que se registra en la crónica excursionista. Se produjo el 27 de julio de 1916 al paso de Mahoma, a un suspiro del Aneto, cuando un rayo fulminó mortalmente Josep Sayó y Adolf Blass, componentes de la cordada que completaban dos miembros más, Eduard Kroger y el mismo Jaume Oliveras.
Fue socio del Centre Excursionista de Catalunya desde 1910 y también del Club Excursionista de Gràcia desde 1931. Mosén Jaume Oliveras murió en el año 1957
En 1972 el Club Excursionista de Gracia, dentro de los actos conmemorativos del cincuentenario de su fundación, convocó por primera vez la travesía Matagalls - Montserrat en menos de veinticuatro horas, abierta a todos los excursionistas"
Desde este punto tomo conciencia una vez más de la limitación visual del ojo humano cuando se otea el infinito.
Mirando al NO está el Serrat de la Creu de Matagalls y la depresión de la Plana de Vic.
Hacia el Norte, Viladrau. En la cadena montañosa que aparece en primer término por la derecha está Roca Llancers (1.170 m) y La Tremoleda (1.162 m), ambas encierran el Coll de Bordoriol (1.090 m) que es atravesado por la carretera GIV-5201.
Detrás de Viladrau se dibuja Les Guilleries y Els Cingles de Collsacabra en el horizonte.
Mirada opuesta.
Al SE, el Turó de l'Home y Les Agudes jugando al escondite entre las nubes.
Voy a bajar hasta la mancha blanca de ahí abajo y luego descenderé hasta los riscos que quedan a la izquierda para sentir el cosquilleo que produce asomarse a un balcón sin barandas con vistas excepcionales.
Entre los esquistos hay una placa que pasa casi desapercibida. Está dedicada a Antoni Subirana Bou, l'avi Ton.
Atrás queda la cumbre del Matagalls.
Aquí me quedo, al abrigo de una gran roca disfrutando del paisaje y observando Viladrau.
A mi lado algunas comunidades vegetales sobreviviendo entre las rocas.
La vida es dura en las altitudes, pero la capacidad de adaptación es impresionante.
Que gozada de panorámicas! Aquí sentado, absorto y relajado con las caricias del viento y en plena soledad... uhmm me voy a comer a mi churri :-)
¡me la como ya! Hasta la próxima!!
Continuará......
BIBLIOGRAFIA
- serramitjana, David: Un supervivent anomenat llop. Tavertet: El Cingles de Collsacabra (nº 58), 2007.
- boada juncà, Martí: Tesis Doctoral : Manifestacions del canvi ambiental global al Montseny. Bellaterra: Universidad Autónoma de Barcelona, 2001. Pag. 127
- font, Gemma; mateu, Joaquim; pujadas, Sandra; tura, Jordi: VI Trobada d'Estudiosos del Montseny: El transport de la neu del Montseny i del glaç del Vallès a Barcelona al segle XVIII. Barcelona: Diputació de Barcelona, 2005. Pag. 200
- capel saez, Horacio: Una actividad desaparecida de las montañas mediterráneas: El comercio de la nieve. Barcelona: Revista de Geografía, Universidad de Barcelona, 1970. Pag. 5-40
- boada juncà, Martí; rosell, Carme: Bibliografía del Montseny. Arbúcies: Aixa nº 3, Revista
Anual de la Gabella, Museo Etnológico del Montseny, 1990. 125 pp
- pladeval font, Antoni: La Tercera Guerra Carlina vista per un liberal: Extractes de la "Crònica" de Joan Camps i Prat, de Seva (1824-1905). Vic: Patronat d'Estudis Osonencs, 2000. 159 pp
- tornafoch i yuste , Xavier: Tesis Doctoral : Política, eleccions i caciquisme a Vic (1900-1931). Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, 2003. Pag. 66
-pladevall, Antoni: Monografies del Montseny nº 1. Viladrau, 1986
- lopez i cortijo, Joan: El Montseny: Itineraris pel Parc Natural. Barcelona: Publicacions de l'Abadia Montserrat, 1999. Pag. 78
- prieto, Emilio: Breve historia de la metrología: Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, Centro Español de Metrología
- garriga i andreu, Joan: El Baix Montseny: Una síntesi d'història contemporània. Girona: Revista de Girona nº 146, 1991.
- méchain et delambre: Base du Système Mètrique Décimal, ou Mesure de l'Arc du Méridien compris entre les Parallèles de Dunkerque et Barcelone, executée en 1792 et années suivantes. Paris: Baudouin, Imprimeur de l'Institut National, 1806
- alder, Ken: La medida de todas las cosas: La odisea de siete años y el error oculto que transformaron al mundo. Madrid: Editorial Taurus, 2003. 400 pp
- aguilar, Anna: Un segle d'esquí a Catalunya. Girona: Revista Prèsencia nº 1919, Diciembre 2008. Pag. 6-13
- centre excursioniste de catalunya: Sports d'hivern-1913. Barcelona: Revista Sports d'hivern, Diciembre 1912
Ficha Técnica:
Distancia recorrida: 4,6 Kms (sólo ida)
Duración: 3:40 Hrs. (tranquilito, con paradas, sólo ida)
Dificultad: Media
Cartografía: Mapa Montseny E-25 (Ed. Alpina)
Track GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=940495
Desnivel acumulado subida: 595 mts.
Desnivel acumulado bajada: 48 mts.
Perfil de la ruta:
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La implicación de entidades públicas y privadas, geógrafos, historiadores, biólogos, poetas, escritores, estudiantes, excursionistas, naturalistas, investigadores, físicos y científicos junto con los propios habitantes de la región, han contribuido directamente a la creación de la nada despreciable cifra de más de 1.500 títulos publicados sobre el Montseny. Este censo, obra de M. Boada y C. Rosell data del año 1.990, por lo que si sumamos las aportaciones de estas dos últimas décadas es posible que la bibliografía sobre el Montseny se acerque a un record Guiness.
INTRODUCCIÓN
También conocida como La Creu, el Matagalls ostenta la medalla de bronce de altitudes cimeras en una carrera por alcanzar el cielo que empezó hace millones de años en el macizo del Montseny, situado en la sierra prelitoral catalana.
El podium.
El itinerario que hoy os presento no es ninguna novedad en el contexto excursionista. Quizás sea la ruta más emblemática y cargada de simbolismo del Montseny: la ascensión al Matagalls por el GR-5.2.
La ruta no presenta grandes dificultades y está balizada. Es ideal para una mañanera, aunque ya puestos a salir, bien merece la pena pasar el dia completo moviendo las piernas por sus cordales, crestas, cimas y barrancos en una circular que nos permitirá descubrir rincones encantadores.
Pero por cuestiones de tiempo y espacio, en esta entrada sólo comentaré el tramo desde Collformic al Matagalls, excursión que no debería faltar en el curriculum de los amantes de las montañas.
En próximas entradas comentaré el resto del itinerario.
APROXIMACION
Punto de inicio: Coll Formic, situado en el punto kilométrico 26,5 de la carretera BV-5301 que comunica las poblaciones de Sant Celoni y Seva, provincia de Barcelona.
Click en la imagen para acceder al mapa de carretera.
ITINERARIO
Dejamos el vehículo estacionado en el aparcamiento de Collformic y nos dirijimos a la pista de entrada al restaurant, que está a unos metros siguiendo la carretera en dirección Sant Celoni. Con el restaurant a nuestra espalda y justo enfrente, al otro lado de la carretera, veremos dos plafones de información del Parc, un poste del GR-5.2 y unos peldaños de piedra. Aquí empieza la caminata.
En unos minutos se llega a la Creu Carlina, monumento que recuerda al centenar de víctimas que causó uno de los episodios más dramáticos y sangrientos ocurrido durante la Tercera Guerra Carlista (1872–1876).
Esta placa tiene mucha historia
En el año 1.857 nació en Vic (Girona) el escritor Lluís Bertran Nadal i Canudas. Fue director de La Gazeta Vigatana, semanario que se publicaba en su ciudad natal y que luego pasó a ser La Gazeta Montanyesa. Pues bien, en la edición de esta última fechada el 24 de Julio de 1.912, Lluis escribió (traduzco) "Si algún monumento commemorativo de un hecho horroso se ha de alzar piadosamente en nuestra tierra, es sin duda una cruz en aquél collado de la falda del Montseny que fue testimonio de una de las escenas más bárbaras de la última guerra civil. Allí, los dias 10 y 11 de Enero de 1.874 fueron vilmente sacrificados por una pandilla de gente que militaba en el partido carlista, un gran número de ciudadanos indefensos, compatriotas nuestros, parientes nuestros que huían de Vic por temor a venganzas y represalias..."
El caso es que Lluis Bertrán, 38 años después de los hechos, comenzó una campaña que hoy llamaríamos de memoria histórica con el propósito de rendir homenaje a estas víctimas, cosa que consiguió el 9 de Abril de 1.913 cuando el Pleno del Ayuntamiento dió luz verde a la instalación de esta cruz.
Un poco más adelante encontraremos una pista de tierra. Por la derecha nos lleva a la masía de Sant Andreu de la Castanya, pero el paso está cortado por una valla metálica. Por la izquierda enlaza con la carretera de Collformic y con una pista que rodea el collado hasta desembocar en nuestro camino unos centenares de metros más arriba .
Hay que seguir de frente para adentrarnos en un típico bosque mediterráneo donde el roble es el protagonista y la encina el actor secundario.
Enseguida se gana altura y perspectiva. Si miramos atrás veremos el restaurant de Collformic, y un poco más a la derecha, haciendo un gran esfuerzo, se ve el capó de mi coche en el aparcamiento.
El restaurant está rodeado de dos pistas. Por la derecha se llega a La Calma, y por la izquierda a La Castanya. Otro dia tocará andar por esos parajes.
En un par de minutos se entra de lleno en la Carena dels Roures (cresta de los robles). El camino es una verdadera costra de piedra que hace de límite natural al bosque que vemos por la derecha, compuesto principalmente de robles (de aquí el nombre de la cresta). Son los Roures de Sant Andreu.
A vista de pájaro se ve mejor.
Nos despedimos del robledal diciendo adiós a los árboles porque a partir de aquí no encontraremos ni uno más en el camino hasta el Matagalls.
Subiendo por una alfombra de piedra.
Miro a mi izquierda (NO) para contemplar la Plana de Vic y el municipio de Tona.
El GR está decorado con una vena de esquistos de rocas metamórficas flanqueadas por matorrales de enebros.
Una familia vacuna desciende hacia Sant Andreu de la Castanya después de almorzar en la sierra; por ahí cruza el último miembro que cubre la retaguardia de su retoño.
Mirando hacia la derecha (SE), está la finca de Sant Andreu de la Castanya.
Destaca la monumental encina que hay junto al campo de cultivo.
Cruce. Antes de rodear la base del Turó d'en Bessa sale una pista hacia la izquierda que va a Sant Segimon. La torre eléctrica servirá como referencia en la distancia porque es visible desde muchas cotas. El poste junto a los escalones nos guía a nuestro destino.
Seguimos ascendiendo y un centenar de metros más adelante se encuentra El Pla de la Barraca con un majestuoso telón de fondo. Es el momento de empezar a disfrutar de la belleza del paisaje.
El camino sigue por el collado hasta perderse por el lateral de la cima de la impresionante mole que tenemos ahí enfrente: el Turó Gros de Santandreu.
Si nos fijamos bien veremos la cicatriz en diagonal del GR-5.2 atravesando su espalda.
Descendiendo unos metros y mirando hacia atrás aparece el modesto cerro del Turó del Pla de la Barraca (1.383 mts), desde donde se obtiene otro ángulo de visión. Voy a subir por una vereda casi ausente tratando de no erosionar la cubierta.
Cimita.
Lo que veo desde esta humilde cima.
Tomando como referencia la imagen, si descendiéramos en dirección NW (izqda) partiendo del pozo de nieve llegaríamos a la Baga de la Fagetona, al Torrent dels Rentadors y a numerosas fuentes como la Font de la Gavarresa, Font de la Sardana, Font dels Manllleuencs, Font de Mossèn Cinto y Font dels Garriguencs. Por falta de fuentes no será.
Continuamos por el GR dejando a la izquierda el pozo de nieve (poua de neu).
Estas excavaciones se construian en las zonas más umbrías de la alta montaña y servían para almacenar la nieve caida durante el invierno. Cuando el recinto se llenaba lo cubrian con paja, hojas o ramas para mantener la nieve durante los meses más calurosos. No hay que confundirlos con los pozos de hielo (pous de glaç), que éran de distinta construcción y se usaban para formar y almacenar bloques de hielo.
Durante más de 400 años, hasta la llegada del refrigerador, el comercio de la nieve constituyó un importante recurso natural para la economía de montaña junto con la explotación forestal; de hecho, no sólo abastecía a las grandes ciudades catalanas, sino que además llegó a exportarse a Italia a través de Collioure.
Los pozos de nieve que se encuentraban en la zona de Cent Sous (al oeste del Matagalls) ya estaban documentados en el año 1.606
En el 1.765 existian en el Montseny un total de 15 pozos, de los cuales, 7 éran los más productivos y pertenecian a D. Antón Fluviál.
Para entender las condiciones que exígia el trasiego de la nieve, en las que a menudo participaban hasta 30 personas, sólo hay que imaginarse a las mulas cargadas descendiendo la pedrera por la que he venido con los serones a rebosar de oro blanco.
Desconozco la historia de la formación de este pozo, que más bien parece el cráter producido por el impacto de un meteorito chiquitín. Se ve desde el cielo, y no es de extrañar porque tiene unos 17 mts de diámetro. Una línea de desnivel acaricia la mitad de su perímetro y un arroyo suspira a su lado.
En la vertiente oeste tenemos el Turó d'en Bessa coronado por la caseta de lo que fue un repetidor de TV; por su costado se asoma la torre eléctrica por la que pasé antes.
En el valle de la izquierda está Sant Andreu de la Castanya y por la derecha el camino de donde vengo.
Aquí se inicia el ascenso al Turó Gros de Santandreu por una gran pala que me llevará hasta su cima. El camino gana altura en cada metro por una piel de roca.
Un cartel avisa que los perretes deben ir atados, por eso he preferido dejar el mio en casa antes que llevarlo amarrado privandole de la libertad de correr por estos maravillosos prados y hacer la cabra por sus laderas.
Esta medida tan restrictiva fue tomada como consecuencia de los numerosos altercados entre los canes de la multitud de gente que visita este lugar y los rebaños que aquí tienen su zona de pasto y descanso.
Machacando rodillas por el lomo del Turó Gros.
Antes de llegar a su cima aprovecho una parada hidratante en postura contemplativa hacia lo que he dejado atrás.
Voy a poner nombre a lo que veo desde aquí.
Cima del Turó Gros de Santandreu (1.541 m). Para llegar aquí hay que desviarse unos metros hacia el Este del GR .
La Plana de Vic de nuevo a mi espalda.
Las vistas son fenomenales.
Exprimiendo el zoom hacia el N.O. para acercar los Pirineos, que parecen flotar en el aire.
Al SO. el Tagamanent, otra emblemática montaña del Montseny. Por detrás de las nubes se enconden Els Cingles de Bertí, las montañas de Sant Llorenç del Munt y las formidables agujas de Montserrat.
Ahí delante, a un tiro de piedra, sobresale el Turó de Morera, al que se llega cómodamente por la suave pendiente del Collet de l'Estanyol a través de la evidente pista del GR que lo bordea. A mitad del collado bajaré en diagonal por la ladera en busca de tres fuentes. Por el horizonte se difumina la cruz que corona la cima del Matagalls.
El escritor de Taradell, Antoni Pladevall i Font, recogió cuatro versiones del origen del nombre Matagalls. Desde las raices celtas al descomponer el topónimo en MA (grandiosidad) TA (cerro alto) GALL (piedras) hasta la actual expresión en portugués de la voz "matagalls" que significa "lugar de matorrales", sin descartar un origen más popular basado en la cacería de un ave que podría haber ocupado estas cimas en ápocas remotas, el urogallo. El nombre Matagalls ya se conocía en el año 150o.
Por ahí giraré, por una vereda casi imperceptible de lejos ...
... pero bien definida cuando la encuentras.
Desde los cielos se aprecia mejor el giro.
Pegotes de nata que borra el camino ....
... pero no me impiden llegar a este lugar tan precioso y solitario en lo más profundo de la vaguada del Sot de la Faguetona, justo enfrente de la Font dels Bisbes.
La Font dels Bisbes está dedicada a los obispos que participaban en los Aplecs. Fue construida en el año 1.983
El agua de esta fuente sigue su curso hacia el Sot de la Fagetona por el Torrent dels Rentadors. (Sot=hondonada)
Estoy en el Sot de les Salleres. Mirando hacia adelante se perciben dos fuentes más. Allí voy.
Dejo atrás la Font dels Bisbes y continuo ascendiendo por el camino que transcurre junto al cauce del torrente hasta llegar a la bella y encantadora Font de la Rosa.
La Font de la Rosa fue construida en el año 1.980 y está dedicada a Mosén Joan Colom i Grau, gran amante de las montañas, poeta, profesor de retórica y de Historia de la Literatura y rector de la población de Tona durante casi 30 años, desde el 1.955 al 1.983.
Un chorrillo de agua fresquita mana del corazón de una rosa.
Original y bien trabajada.
Placas con dedicatorias.
Unos metros más arriba está la Font Freda, preciosa y espectacular.
La Font Freda también recibía el nombre de la Font del Collet dels Llops. Fue construida 10 antes que su fuente vecina, en el 1.970; está dedica a Jaume Balmes, el Doctor Humanus, considerado el filósofo más importante de la España del siglo XIX e impulsor de la filosofía escocesa del common sense (sentido común).
La Font Freda es la madre del Torrent dels Rentadors que tanto he venido mencionando.
Dedicatorias.
Viendo la belleza, originalidad y su buen estado de conservación podemos hacernos una idea de la importancia que tienen las fuentes del Montseny para los habitantes de las poblaciones circundantes y los Aplecs.
(Un Aplec es un encuentro de caracter festivo (romería) que reune a personas a propósito de un tema de interés común. Hay encuentros sardanistas, religiosos, senderistas, naturistas, de trabajo, de aficionados, etc. Ejemplos: Aplec Excursionista dels Països Catalans, Aplec de Matagalls, Aplec de Sant Segimon, Aplec de Sant Llop ...)
Otra placa.
Después de una refrescante pausa enfilo por el camino que habitualmente es utilizado para llegar a estas fuentes, es un desvío del GR que sale de la base del Turó de la Morera (1.577 m), situado a la derecha.
Por la izquierda se perfila el Coll dels Llops (Collado de los Lobos).
De nuevo en marcha por el GR que ahora asciende con decisión. Hay tramos tremendamente erosionados antes de alcanzar la cima.
No puedo dejar de mirás atrás. Ahí abajo descansa el Collet de Llops con su prado harbáceo. Detrás el Turó de la Morera, el Collet de l'Estanyol y el Turó Gros. Practicamente todo el recorrido hasta el Matagalls se realiza por este cordal huérfano de alta vegetación.
El nombre de 'Collet dels Llops' es uno más del extenso listado de topónimos catalanes que hacen referencia al lobo, pero la vida de este animal éra incompatible con la vida humana y sus interes a pesar de las dedicaciones topográficas.
Con la proliferación de las armas de fuego y la cada vez mayor presencia del hombre y sus cacerías incontroladas, la principal fuente de alimento de los lobos mermó considerablemente (conejos, ciervos, jabalís ...). Los lobos y otros depredadores se vieron entonces obligados a atacar con más frecuencia a los rebaños de cabras y ovejas, cada vez más bunerosas, lo que provocó el odio y rechazo social hacia este animal; durante 300 años fueron perseguidos a muerte.
En el siglo XVIII éran cazados mediante las llobateres, trampas que consistían en pozos de unos 3 metros de profundidad que se tapaba con ramas y se adornaba con un cebo. Los lobos que allí caian se mataban a pedradas o a golpes de lanza. En el siglo XIX se extendió el uso de la nuez vómica, semilla de un árbol originario de Asia que contiene alcaloides letales como la estricnina. Paralelamente a los fines terapéuticos, esta sustancia se desarrolló y usó como mortífero y cruel veneno para acabar cómodamente con los lobos, y por extensión, con casi todo bicho viviente excepto el hombre.
La exterminación de este animal (me refiero al lobo) concluyó en la primera década del siglo XX. El lobo desapareció para siempre de las montañas del Montseny, y como afirma Martí Boada , significó el control definitivo del hombre sobre el paisaje, que pasó de ser salvaje a silvestre.
Ahí delante está la redondeada cima del Matagalls. Nos separa esta pedrera y cuatro zancadas.
Parece que hay mucha gente allí arriba.
Ya dije al principio que el Montseny guarda muchos secretos y tiene mucha Historia, os voy a contar otra muy interesante porque es el origen de la afición al esquí y a otros deportes de nieve en Catalunya, y el Matagalls tiene mucho que ver en ello.
En Agosto del 1908, un grupo de jóvenes entusiastas enamorados de las montañas y aficionados al deporte crearon una sección especial dentro del Centre Excursionista de Catalunya; la llamaron SEM (Secció d'Esports de Montanya). Cuatro meses después de su creación y aprovechando las fiestas de Navidad, sus componentes inauguraron la primera actividad realizando una excursión a los Rasos de Peguera, cerca de la población de Berga en la comarca del Alt Berguedà.
Aquella salida la aprovecharon para ejercitarse en el manejo de los skies, raquetas, trineos (luges) y demás material deportivo. Los siguientes meses de invierno fueron trepidantes con excursiones a La Molina, Camprodón, Cerdanya, etc. etc.
Emocionados al comprobar que su proyecto y sus sueños se hicieron realidad viendo los avances en el manejo del material deportivo de nieve y lo mucho que llegaron a disfrutar, a los tres meses de su primera salida, en Marzo de 1909, decidieron organizar por primera vez una carrera de trineos que llamaron "Concurs Catalá de Luges", ¿imaginais dónde se celebró?, pues aquí, en el Matagalls. Y esta es la foto de los participantes.
Fuente: : Revista Sports d'hivern, centre excursioniste de catalunya, Diciembre 1912
Fuente: : Revista Prèsencia nº 1919
Un hito bien majo con las marcas del GR antes de llegar a mi destino.
La Creu de Catalunya, levantada por el Padre Claret en el año 1.840, aunque su existencia data del 1.614.
La cima del Matagalls y parte de esta montaña éran de propiedad privada hasta hace un par de años. En Julio del 2.008, la Diputación de Girona la compró por 687.009 € incluyendo en el lote 361 hectáreas de monte. El objetivo de esta operación éra mejorar la gestión y la protección de todo este espacio que se encontraba sometido a una contínua degradación por un uso intensivo, tanto por el aprovechamiento forestal como por la actividad humana y ganadera.
Cumbre del Matagalls, y foto para la posteridad.
Este macizo está unido y relacionado con el nombre de numerosos personajes históricos que de algún modo han tenido mucho que ver con él. La gran mayoría de estos nombres gozan de fama universal o son popularmente muy conocidos. Otros nombres han llegado más discretamente a la sociedad actual, y seguramente muchos han caido en el olvido, o son recordados en círculos reducidos.
En el caso concreto de la cima del Matagalls me gustaría subrayar el nombre de un científico que en el siglo XVIII la convirtió en un punto geográfico de vital importancia en un hecho tan transcendental que acabaría cambiando la sociedad en cuanto a la percepción que el ser humano tenía de la medida de las cosas: el nacimiento del METRO (el de medir, no el que va bajo tierra).
El personaje: Pierre François André Méchain.
Fuente: : Stoyan R. et al. Atlas of the Messier Objects: Highlights of the Deep Sky. — Cambridge: Cambridge University Press, 2008. — P. 23; Autor: Hurle
Antes de que existiera el sistema métrico decimal, las personas utilizaban algunos miembros de su propio cuerpo para "medir" las cosas, y en función de las características de esas cosas usaban una u otra parte de la anatomía; por ejemplo, el paso o el pié para medir el terreno, el codo para las telas, el dedo gordo para los objetos de más valor, la palma de la mano, los brazos, etc. Pero cada persona tenía unas dimensiones diferente a la de sus semejantes, y cada región o pais tenían sus propias reglas, lo que motivaba abusos y especulaciones constantes además de la dificultad que entrañaba para los comerciantes.
Pero en Septiembre del año 1.792 quedó fijado en Francia la unidad que serviría como la medida de todas las cosas: el metro.
La historia del metro contiene tintes dramáticos y románticos en una época donde las guerras, la revolución social e industrial, la fragilidad política e incluso el guillotinamiento de Luis XVI no impidieron que varios puntos geográficos de Catalunya pasaran a formar parte de la historia por su participación directa en el establecimiento del sistema métrico decimal.
El asunto de 'inventar' una medida estándar llevaba siglos cociendose hasta que en el año 1.79o, un obispo llamado Carlos M. de Talleyrand propuso a la Asamblea Nacional de Francia la creación de un patrón de medida basado en la Naturaleza y que fuese de uso universal. Se le llamaría "metro", y este debería ser la diezmillonésima parte del cuadrante de meridiano terrestre que pasa por Paris. Para ello se midió la longitud de una parte del meridiano de París (desde Dunkerque hasta Barcelona). Los científicos elegidos fueron Joseph Delambre (marchó a Dunkerque) y Pierre Méchain, que hizo los cálculos y triangulaciones geodésica en la zona catalana; y he aquí que la cima del Matagalls, además de otras, sirvió para tal fin.
Por cierto, hubo un Catedrático de Náutica, matemático, astrónomo y monje trinitario barcelonés que le echó una mano a Méchain en su trabajo: el padre Agustí Canelles.
Anotaciones oficiales de los cálculos que realizó Méchain. Fuente: méchain et delambre: Base du Système Mètrique Décimal, ou Mesure de l'Arc du Méridien compris entre les Parallèles de Dunkerque et Barcelone, executée en 1792 et années suivantes. Paris: Baudouin, Imprimeur de l'Institut National, 1806
En La Creu hay varias placas, esta es en recuerdo al Padre Claret.
Esta otra como homenaje a Mossèn Cinto Verdaguer, con uno de sus textos literarios. ¡Que decir del gran poeta Mossén Cinto! y de sus grandes obras.
La más reciente es obra del Club Excursionista de Gràcia, entidad de Barcelona que la dedica a Mossèn Jaume Oliveras i Brossa, un sacerdote excursionista, pirineista y escalador que en el año 1.904 machacó su pies (junto con los de un amigo) en una travesía de casi 90 kms en menos de 24 horas uniendo las montañas del Montseny con Montserrat.
Aquí van unas lineas sobre esta placa.... El dia 5 de Septiembre del 2.006, el Sr. Carles Albesa, fundador de la travesía Matagalls-Montserrat que organiza el Club Excursionista de Gràcia de Barcelona, pronunció unas palabras en el Parlament de Catalunya con motivo de la presentación de la vigésimo-séptima edición de esta travesía. Traduzo una parte de su intervención:
"Jaume Oliveras nació en La Garriga en 1877. Cuando hizo la travesía Matagalls - Montserrat tenía veintisiete años y hacía uno que había sido ordenado sacerdote. En 1918 se trasladó a la selva venezolana para trabajar en las misiones capuchinas de la Guayana. Regresó a Catalunya en el año 1925.
Mosén Jaume Oliveras era una de las figuras más representativas del mundo excursionista, sobre todo como pirineista y pionero de la escalada, con un amplio historial, ya que en el año 1.906 registra la primera ascensión al Aneto por el collado de Coronas y la arista noroeste, descendiendo por la cresta de Llosas. Junto con su amigo Antoni Arenas abrió de este modo la llamada Vía de los Descalzos (subieron a la cima con alpargatas y sin mojarse los pies al evitar el glaciar). En 1910 escaló el Encantado Gran por la canal norte-oeste y al año siguiente, el Petit por la cresta noreste.
Éra notable su popularidad en el ámbito excursionista, pero también era muy conocido por la sociedad catalana de la época a raíz de un trágico accidente de montaña, el primero que se registra en la crónica excursionista. Se produjo el 27 de julio de 1916 al paso de Mahoma, a un suspiro del Aneto, cuando un rayo fulminó mortalmente Josep Sayó y Adolf Blass, componentes de la cordada que completaban dos miembros más, Eduard Kroger y el mismo Jaume Oliveras.
Fue socio del Centre Excursionista de Catalunya desde 1910 y también del Club Excursionista de Gràcia desde 1931. Mosén Jaume Oliveras murió en el año 1957
En 1972 el Club Excursionista de Gracia, dentro de los actos conmemorativos del cincuentenario de su fundación, convocó por primera vez la travesía Matagalls - Montserrat en menos de veinticuatro horas, abierta a todos los excursionistas"
Desde este punto tomo conciencia una vez más de la limitación visual del ojo humano cuando se otea el infinito.
Mirando al NO está el Serrat de la Creu de Matagalls y la depresión de la Plana de Vic.
Hacia el Norte, Viladrau. En la cadena montañosa que aparece en primer término por la derecha está Roca Llancers (1.170 m) y La Tremoleda (1.162 m), ambas encierran el Coll de Bordoriol (1.090 m) que es atravesado por la carretera GIV-5201.
Detrás de Viladrau se dibuja Les Guilleries y Els Cingles de Collsacabra en el horizonte.
Mirada opuesta.
Al SE, el Turó de l'Home y Les Agudes jugando al escondite entre las nubes.
Voy a bajar hasta la mancha blanca de ahí abajo y luego descenderé hasta los riscos que quedan a la izquierda para sentir el cosquilleo que produce asomarse a un balcón sin barandas con vistas excepcionales.
Entre los esquistos hay una placa que pasa casi desapercibida. Está dedicada a Antoni Subirana Bou, l'avi Ton.
Atrás queda la cumbre del Matagalls.
Aquí me quedo, al abrigo de una gran roca disfrutando del paisaje y observando Viladrau.
A mi lado algunas comunidades vegetales sobreviviendo entre las rocas.
La vida es dura en las altitudes, pero la capacidad de adaptación es impresionante.
Que gozada de panorámicas! Aquí sentado, absorto y relajado con las caricias del viento y en plena soledad... uhmm me voy a comer a mi churri :-)
¡me la como ya! Hasta la próxima!!
Continuará......
BIBLIOGRAFIA
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- aguilar, Anna: Un segle d'esquí a Catalunya. Girona: Revista Prèsencia nº 1919, Diciembre 2008. Pag. 6-13
- centre excursioniste de catalunya: Sports d'hivern-1913. Barcelona: Revista Sports d'hivern, Diciembre 1912
Ficha Técnica:
Distancia recorrida: 4,6 Kms (sólo ida)
Duración: 3:40 Hrs. (tranquilito, con paradas, sólo ida)
Dificultad: Media
Cartografía: Mapa Montseny E-25 (Ed. Alpina)
Track GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=940495
Desnivel acumulado subida: 595 mts.
Desnivel acumulado bajada: 48 mts.
Perfil de la ruta:
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