Els Muntanyans de Torredembarra (Tarragona)

INTRODUCCION
El dia amanece gris, frío y desapacible, cosas del invierno. Es uno de esos domingos que invita al calor del hogar, al recogimiento, a la lectura o al descanso apoltronado en la mecedora con las piernas estiradas y tapaditos hasta la nariz con una cálida manta, o a languidecer observando la fina lluvia golpear los cristales de la ventana mientras imaginamos el aspecto de un buen plato de sabrosas migas con guarnición para el rancho de mediodia.

O bien es el dia ideal para marcarse una mañanera sosegada y cortita sin demasiados desniveles porque los esguinces y rodillas no están recuperados ni al 30% .

De las dos opciones y para variar, escojemos esta última. Iremos a disfrutar de un entorno cuya luz, color y densidad de población cambia radicalmente en verano.
Las migas y butifarras quedan pendientes para el verano.


DESCRIPCION
Els Muntanyans de Torredembarra es una representación viva de lo debieron ser las playas de este litoral antes de que el hombre inventara la rueda y los usos del hormigón.

Es un reducto del pasado; una playa de casi 3 kilómetros de longitud por 75 metros de ancho que se caracteriza por un sistema de dunas semi-móviles que separa la zona marina de la depresión formada por los estanques y humedales.
Se trata de un ecosistema muy frágil que alberga multitud de formas de vida y un punto de encuentro para las aves migratorias. Por si fuera poco, es el único hábitat de estas caracteristicas que se puede encontrar entre el delta del Llobregat (Barcelona) y el delta del Ebro (Tarragona).

Resumiendo: es una playa natural de gran belleza y alto valor ecológico declarada en el año 1.992 como Espai d'Interès Natural "Els Muntanyans" gracias al trabajo y esfuerzo del Grup d'estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans - Ecologistes de Catalunya (GEPEC-EdC).
Está incluida en el PEIN de la Generalitat de Catalunya.

El calificativo de "playa natural"que recibe Els Muntanyans no debe confundirse con el de "playa nudista". Algunas páginas web (extranjeras incluidas) la publicitan como el paraiso del nudismo cuando en realidad no lo es. En los 17 años que llevo pisando esta zona habré visto en cuatro o cinco ocasiones algún individuo aislado practicando el nudismo en las zonas más retiradas y al amparo de las dunas.
Quizás las obsoletas fichas del Ministerio de Medio Ambiente. aún crean confusiones al tratarla como "playa nudista". Existen otros bellos rincones, no muy lejanos de aquí pero de complicado acceso, donde sí se puede afirmar que el textil no es la pieza predominante.

La excursión recorre la zona del Els Muntanyans por su perímetro playero e interior, el Paseo Marítimo de Torredembarra, el puerto deportivo por El Roquer y un camino de ronda que nos llevará hasta el faro.



PUNTO DE PARTIDA
Torredembarra, municipio costero de la provincia de Tarragona que el año pasado contaba con una población de 15.272 habitantes, cifra que roza los 70.000 en los meses de veraneo.

Clicka en la imagen para ver el mapa y cómo llegar por carretera hasta el faro para empezar el itinerario desde ese punto porque tal vez es el más fácil de encontrar, aunque la ruta en sí misma puede iniciarse en cualquier otro tramo dependiendo de tus preferencias. Nosotros empezamos en el Estany del Saler.



ITINERARIO
Iniciamos la caminata en el Estany del Saler, en el término municipal de Torredembarra, situado en el extremo meridional de la playa de Creixell.
Arriba a la derecha vemos dos construcciones en forma de herradura; son los edificios "Constelación", al lado se encuentra el Camping La Gavina.
En la imagen he oscurecido y coloreado la línea de dunas, vegetación y superficie del agua acumulada en esta preciosa marisma.



Mirando hacia el mar encontraremos esta postal. A la izquierda el estanque El Saler, que se extiende hacia la derecha a través de un pequeño embudo bajo la pasarela. Giremos la cabeza para ver la otra parte.



Aquí está la continuación del estanque. Al fondo emergen las siluetas solitarias de los dos pinos de Cal Valent, que rodearemos en la vuelta.
Y estos juncos.... son fieles guardianes del entorno enfrentandose a quienes osan acercarse o penetrar en las zonas protegidas. Procura que sus puntiagudas lanzas no te pinchen las piernas.



El topónimo "El Saler" viene dado por la alta concentración de sal que se aumulaba y extraía de aquí cuando el estanque se quedaba seco en verano. Ahora también se seca pero en lugar de un manto blanco queda una alfombra oscura.
Pradera de juncos y cirialeras, que en esta época adquieren un tono rojizo.



Final del camino hacia la playa. En invierno es frecuente ver canales de agua y pequeñas lagunas que se forman debido a los fuertes temporales.



Casualmente el satélite captó en esta imagen la presencia de ese canal que forma un corredor de agua. La foto anterior está hecha desde dónde marca la flecha.



Vaya gozada ver la playa así, en verano se llena hasta la bandera.
En la lejanía se encuentra el faro, el mástil más cercano pertenece a la estación depuradora.



El espacio natural está delimitado por un rosario de postes unidos por una cuerda, señal inequívoca de que hay que respetarlo ....



... y así se hace, las pisadas por el interior son inexistentes.



Gramíneas en primera línea de dunas. Se llaman esporobolos.
Repite, es-poro-bolos



Los pinos de Cal Valent. Un punto de referencia porque son visibles desde la Pobla de Montornés a Creixell.



El menda, también visible de vez en cuando.



Al fondo aparece el cemento; es una urbanización de apartamentos que ha generado fuertes polémicas y rechazos por encontrarse en una zona inundable. Por allí transcurre el Torrent de Gibert.



Una de las caracteristicas de las dunas es su semi-movilidad. Junto con los esporobolos hay otro matorral que tiene parte de "culpa" por evitar que sean totalmente móviles, o simplemente que no existiesen como aquí las vemos. Son los barrones.
Cumplen una función vital en este ecosistema, su parte aérea y radicular contribuye a fijar y estabilizar las dunas porque atrapan y retienen la arena. Basta con fijarse en el pegote que hay en sus bases para darse cuenta.



El mar arrastra a la playa miles de conchas. Algunos fragmentos son diminutos.
Lo que no arrastra son las malditas mallas de plástico que sirven para unir las latas de refresco o cervezas. Estas se quedan en las gargantas, cuellos y estómagos de muchos seres que viven en el mar o dependen de el.



Llegamos a la civilización. Lo primero que encontramos es el Club Marítim Torredembarra, que tras 40 años de actividad estuvo a punto de ser cerrado porque la concesión que disponía del Servicio de Costas para ocupar la playa había caducado, y por tanto tenían que desmontar las instalaciones. Al menos eso es lo que me dijeron hace tres veranos cuando me interesé por los cursillos de navegación que ellos imparten.
Por lo que se ve aún sigue en pie, mejor!



Dejamos atrás en C.M.T. y continuamos.



Entramos en el barrio Baix a Mar, núcleo marítimo de Torredembarra y antiguo asentamiento de pescadores que emergió con la desaparición de los piratas a finales del año 1.700.
El litorial mediterráneo fue uno de los objetivos preferidos de todas las razas piratas, y esta franja costera no sería una excepción.
La casa rodeada de palmeras es Cal Bofill, sede de la Regidoria de Medi Ambient, del Consell Municipal de Sostenibilitat y d'Activitats Mediambientals del Ayuntamiento de aquí.


Hacia el Puerto Deportivo, ya queda menos para llegar al faro. Hace un frío que pela.
En el mar vemos la escultura Alfa y Omega.



Es una obra del pintor y escultor Rafael Bartolozzi, que además fue alcalde de Vespella de Gaià, población cercana a Torredembarra.
Esta preciosa mole férrea de 12.000 kilos descansa sobre un roquel que antaño usaban los pescadores para amarrar las barcas. Fue colocada en el año 1.999 y en el 2006 se eligió como parte de un proyecto internacional llamado "Ruta del Arte" impulsado por la Unesco. Trata de un recorrido de esculturas que cubre varios paises latinoamericanos y los Andes. Este recorrido se inicia y finaliza con dos reproducciones de la que estamos viendo aquí, el Alfa y Omega (Principio y Final). Lamentable Rafael Bartolozzi falleció en Marzo del año pasado. D.E.P.



Dejamos la arena y seguimos andando por el Paseo Marítimo, que se terminó de construir hace cuatro dias como quien dice. En el '94
Al final se encuentra la Playa de la Paella...



... y el Patronat Municipal de Turisme de Torredembarra ...



... y la entrada al Puerto, en la zona conocida como el Racó de l'Art.
Antes de su construcción la playa llegaba hasta las rocas situadas al fondo, y en ese lugar, hace 77 años (9 de Septiembre del 1.933) perdió la vida un personaje histórico cuyo nombre es muy familiar para mucha gente por figurar en el callejero de numerosas poblaciones: Rafael Campalans.
Murió a consecuencia de las heridas producidas por el embiste del mar contra las rocas. Se estaba bañando y el oleaje lo arrastró hasta el peor sitio de la costa. Tenía 45 años de edad.
Aquí tienes la noticia tal y como salió publicada en el diario La Vanguardia al dia siguiente de su muerte (es un fichero PDF). Y en este enlace tienes una valiosa información con todo lujo de detalles.
El Paseo donde nos encontramos lleva su nombre.
Ahora abandonaremos el asfalto por detrás del coche rojo para subir por un camino de ronda.



Enfilamos cuesta arriba por esa acera.
El bloque de piedra tuneleado es el último vestigio de lo que fue el Rec de Sant Joan, que data del 1.7cientos. Consistía en un túnel que transportaba el agua de mar hacia el interior, más allá del edificio que hemos visto antes. Servía para inundar la zona y aprovechar la sal remanente tras la evaporación del agua. Queda claro que la economía dependía muchas veces de la genialidad e imaginación con que se aprovechaban los recursos naturales, y en aquella época no estaba el horno para bollos. La sal éra una moneda de cambio.



Vista atrás con la panorámica del Puerto. En la zona de la izquierda están los amarres para las embarcaciones deportivas, a la derecha se encuentra el astillero, la lonja y el puerto pesquero.
El camino asciende por tramos empedrados y algunas escaleras.



En la zona abierta vemos La Punta de La Galera, donde se asienta el faro.



Mirando atrás. Punta de la Llanxa



Mirando hacia delante, zona de pescadores a caña con un alto índice de probabilidad y riesgo de comerse un rosco, por lo menos yo me los como a pares cada vez que recojo el sedal.
Hoy haremos una parada aquí pero para comernos un bocata de atún blanco, que no rojo.
En primer término El Bufador, más allá El Codolar y al fondo la Punta de la Galera.
Cuando el mar está un poco movido es habitual escuchar en esta zona unos profundos y graves soplidos que parecen explosiones venidas de ultratumba. Por eso le llaman El Bufador (soplador). Se debe a las cavidades de las rocas que además hacen de caja de resonancia.
Llenamos el buche y seguimos hacia delante.



El faro de Torredembarra fue construido durante el año 1.999 bajo el proyecto del arquitecto José Llínás Carmona. El acto oficial de inauguración se realizó el 30 de Diciembre de ese mismo año. Dos dias después, a las 00:00 horas del 1 de Enero del 2.000, su luz iluminó nuestras costas, hecho que le hizo pasar doblemente a la historia: ser el primer faro en encenderse del siglo XXI y ser el último construido del siglo XX.
Allí a lo lejos por la derecha va mi campeona aguantando el dolor de su lesión.
Llegaremos al faro y regresaremos.



El origen del faro obedece a la necesidad de cumplir el Plan de Señales Marítimas (1985-1989), que establece la construcción de un número de faros suficientes como para que una embarcación situada hasta 20 millas de la costa pueda percibir su luz. Entre Vilanova i la Geltrú y Salou faltaba este faro.
Los acantilados son muy respetables.



Desde el sótano del faro hasta la cúpula donde está situada la linterna hay 217 peldaños.
Mide 58 metros, lo que le otorga también el título de campeón de altura de entre todos los faros de Catalunya.



La Punta de la Galera, delante del faro. Ahí abajo está la cueva del mismo nombre al que se accede desde el mar o haciendo un arriesgado rápel desde tierra. Dicen que dentro de la cueva hay una playita.



Hacia el Sur continuan los penyasegats (acantilados) hasta la playa de Altafulla pasando por una calita que se encuentra junto a los restos de una cantera romana, que dejaremos para otra ruta.



Empieza a llover, toca regresar bajo gotitas chispeantes. Y mira que hace frío.
Volveremos deshaciendo el camino por algunos tramos. Al llegar al final de esta bajada seguiremos recto por la calle asfaltada que se ve al fondo. Alli hay unos contenedores donde dejaremos los resíduos.
Rodearemos la segunda casa para tomar de nuevo el camino de ronda.



De vuelta nos topamos con el Cap Gros (Cabeza Gorda). Esta zona del acantilado está considerada como MUY peligrosa, y así lo indican unos letreros que hay a su alrededor. Al fondo el Puerto, que llega a los pies de este Cabezón. Por aqui debajo también hay una cueva donde habitaban cientos de murciélagos.



Unos metros más abajo el camino se divide. Tomamos el que sale por la derecha para bordear el Roquer.
Choca el contraste de la artificialidad del puerto con el ambiente salvaje y natural que iremos encontrando por nuestro margen izquierdo.



El Roquer de Torredembarra. Hasta aquí llegaba el agua cuando el puerto no existía.



La Roca Foradada. Veámosla más de cerca.



Hay una cueva. Cuentan que se comunica con una red de túneles y llega hasta el castillo de Torredembarra.
El agua está estancada, es muy oscura y no se ve el fondo. Hace años estaba bañada por el mar, cuando no había puerto, y hubo quien en el siglo pasado inmortalizó este lugar....



... con una foto desde el interior.



Grutas y caprichos de la roca.



Incrustaciones de cuando estuvo sumergida hace millones de años.



Final del Roquer, a la vuelta está la entrada del puerto y...



... la Playa de la Paella. De nuevo en en Racó de l'Art.



Enfilamos por el paseo. El sol aparece tímidamente y la lluvia toma cuerpo; aceleraremos el paso.



Mallas para contener la arena y evitar que se disperse con el viento.



Cal Bofill, que como ya he comentado antes el Centre d'Activitats Mediambientals y sede de la Regidoria de Medi Ambient etc.
Este edificio modernista perteneció al Dr. Bofill, que en los años 20's fue alcalde de Torredembarra e impulsor moderno de la fama de estas aguas por su alto contenido en yodo.



Rodearemos el edificio de Cal Bofill por la izquierda para llegar al puente de Clará. Al fondo hay un descampado que ahora se utiliza como parking, pero antes éra un cementerio de escombros que se extendía hasta la marisma.
Seguimos recto hacia delante, por la izquierda nos acompañará la vía del tren.



Panel de información en la entrada del Espai Natural. Aquí los perretes no pueden entrar por muy educados que sean o controlados en corto de la correa, lo dicta las Ordenanzas; así que lo acompañarán por otro itinerario alternativo.
También deberían prohibir la entrada a alguna especie animal de dos patas que 'olvidan' por el interior los envases de zumo de cebada y pelotitas de papel plata con el que envuelven sus viandas, y colillas.
En fin... ggrrrrr!



A la derecha encontraremos el primer estanque del recorrido, es el Estany del Sol, rodeado de cañizo.



Al fondo se perfilan las dunas.



Una pasarela que conduce a la playa; la dejaremos de lado. Ya se ve el Estany de Clarà.



Parece que el cañizo está invadiendo la zona, es un indicio de filtraciones de agua dulce.



Repoblación.



El camino termina en el estanque El Gaianet, cojemos la última pasarela para volver a la playa.
Contraste de colores.



Regresando a la orilla del mar.
El dia se está poniendo muuuuuy feote por el Este, y aún nos queda un buen tramo que andar.



Las dunas pueden alcanzar más de dos metros de altura. Esta es preciosa.



En lugar de continuar por la playa tomaremos el desvío que aparecerá siguiendo la hilada de postes, a la altura de las palmeras.



Llegamos al desvío; ahora el camino bordea unas casas y atraviesa un frondoso cañaveral al pié de un insólito eucalipto. Unos metros más adelante están los pinos de Cal Valent.
No faltan carteles con información monográfica de las especies vegetales.



Aquí están los pinos. Uno de ellos no soportó el vendaval y el tormentón de hace cuatro años.
Seguimos pista p'alante con la vista puesta en las dunas por la derecha y el prado de juncos que rodea al Estany del Saler por la izquierda, en unos minutos llegaremos a nuestro punto de partida.



Final de trayecto. Por esa pasarela iniciamos la ruta hace unas horas con las rodillas en mejor estado. El réflex, el hielo y las rodilleras nos esperan en casita.



Me resisto a colgar las botas por muy fastidiada que tenga las articulaciones.
Hasta la próxima !!!


DATOS DE INTERÉS Y CURIOSIDADES
El alumbrado público de Torredembarra se inauguró el domingo 24 de Febrero del año 1.901; funcionaba con gas acetileno.
La noria (sínia) éra un elemento muy común en Torredembarra; se han llegado a contabilizar hasta 112 en todo el témino municipal.
El gentilicio de la población es torrenc/torrenca.
Popularmente a Torredembarra se le llama "La Torre".
Los antiguos habitantes llamaron a las dunas "Els Muntanyans".
Los mosquitos tienen aquí un hábitat ideal, resultan un problema grave. El Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans (GEPEC-EdC) editó un trabajo sobre la conveniencia de mantener e impulsar la comunidad del mejor depredador natural de estos molestos insectos: el rapenat (murciélago). Puedes descargalo en formato PDF desde este enlace: http://muntanyans.gepec.org/files/manualsVolun/ManualRatapatxet.pdf
La zona llamada el Racó de l'Art, en la playa de La Paella, se llama así porque es el lugar donde los pescadores recogían del mar las artes de pesca.
Jordi Suñé, antropólogo e historiador, escribió un interesante artículo sobre la historia de Cal Bofill en la revista La Sinia. Lo tienes en este enlace: http://antropologiaimes.blogspot.com/2009/08/cal-bofill-randelmar.html



Ficha Técnica:
Distancia recorrida: 10 Kms.
Duración: 4 Hrs. (con muchas paradas)
Dificultad: Baja
Cartografía: I.C.C.
Agradecimientos: Al réflex y al paracetamol
Fuentes consultadas: Enlaces en el texto, Ajuntament Torredembarra, documentos del Centre d'Estudis Sinibald de Mas
Track GPS:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=785304
Desnivel acumulado subida: 29 mts.
Desnivel acumulado bajada: -12 mts (es lo que marca el GPS porque no me sumergí)
Perfil de la ruta:



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10 Responses
  1. nudels Says:

    ¡¡¡Que bien documentado que lo tienes!!!, estuve en Torredembarra, en las noches de Torredembarra, hace años y ni por asomo pensaba que se le pudiera sacar tanto jugo, jo que envidia todo, todo llano y el mar cerquita, cerquita, pero que envidia...

    Y aunque "aceleres el paso" el reportaje tiene unas preciosas fotografías, eso sí me falta un velero por alta mar.
    Felicidades
    1saludo,
    Pdta. Y no cuelgues las botas porque a buen seguro que nos privarías de reseñas como ésta.


  2. Aupa.Como verás, me he puesto de seguidor de tu blog.Está muy bien el recorrido que has hecho por el litoral,a mi también me gusta de vez en cuando, hacer rutas por la costa vasca.Que sigas disfrutando.Este Nudels siempre sacando "puntillas" lo digo por lo del velero.Un saludo.
    Xabier.


  3. Anónimo Says:

    Felicidades por tu documentada ruta...Ni un libro editado podría haberlo descrito mejor.
    A ver si mi acompañantye se anima y lo hacemos este finde,ya qu vamos a Creixell. Felicidades de nuevo.


  4. mikan Says:

    Nudels,
    La envidia es recíproca, porque cuando veo y leo tus magistrales pateadas por la nieve se me ponen los dientes largos uff!

    Xavier,
    Es todo un honor tenerte de seguidor, bievenido!!

    Anónimo (perdona que te llame así),
    Espero que tu acompañante se haya animado porque la ruta está muy cerca de Creixell y la escapada merece la pena ;-)

    Gracias a los tres por vuestros comentarios.

    Una forta abraçada!! :-)


  5. Cristina Says:

    Investigando por Internet sobre qué significaba esta escultura he llegado a tu blog. Además de conocer un poco mejor la historia de la obra, he podido observar tus fotos. Realmente preciosas. He veraneado en Creixell (en los apartamenos blancos en forma de U que salen en una foto) desde que era una niña. Hace 2 o 3 años que no voy pero al ver tus fotos he podido recordar lo que era pasear desde Creixell hasta Torredembarra por la orilla de la playa, ver esas dunas...No sé, me has hecho pasar un rato agradable.

    Aunque he estado en muchas playas, de aguas cristalinas, éstas tienen algo especial. :)


  6. Anónimo Says:

    Este verano tengo previsto pasar una temporada en el camping Gavina....y ya le habia echado el ojo a esos caminos paralelos a la playa..al encontrar tu blog, con esa riqueza de detalles , aún tengo mas ganas de conocer toda esa zona, me llevarè tu recorrido como guia...gracias ¡¡


  7. Montse Says:

    Muchas felicidades !! es genial . A demás doy fe de todo , por que hace muchos años que voy por ahí . Le habeis dado una visión estupenda y muy bien documentada . Incluso he descubierto cosas !!
    Estoy pensando en hacer el mismo recorrido cualquier dia de estos .
    Enhorabuena .



  8. mikan Says:

    Gracias por vuestros comentarios :-)

    Gracias Martingz, Montse, Anon y Cristina. Es un placer compartir, y más si ha sido de utilidad.

    Un abrazo para todos.
    Mikan


  9. Anónimo Says:

    Que bonitas son las dos casas blancas que hay en las palmeras, cerca de los pinos y tan integradas en la zona!! Son un ejemplo de buen gusto, de lo que debería haber sido el barrio marítimo en plan pescador, en lugar de autorizar altos bloques de apartamentos horriblemente "modernos" sobre la arena. Recuerdo que, hace 50 años, ese terreno de las palmeras, antes de ser urbano, era una finca agrícola sobre una lengua elevada de tierra aluvial, una masía donde se cultivaba algodón.